El yen japonés cae tras la intervención El euro sigue débil en medio de una economía lenta
El lunes, el yen japonés (JPY) cayó frente al dólar estadounidense a mínimos de 8 meses en medio de conversaciones sobre una posible intervención del Banco de Japón. Por otro lado, el euro también se debilitó ante los temores de un lento crecimiento económico en China, Europa y otras partes del mundo.
A medida que nos acercamos a las vacaciones del 4 de julio, el dólar estadounidense (USD) subió, ya que los datos muestran una mejora en el gasto del consumidor y la inflación.
El yen japonés (JPY) cae un 0,37% frente al dólar estadounidense
En general, el yen japonés (JPY) perdió un 0,37% de su valor frente al dólar estadounidense y se cotizó por última vez en 144,86. Según los expertos, los niveles actuales del par USD/JPY revelan que el yen japonés se encuentra en mínimos de varios meses contra el dólar estadounidense, ya que dichos niveles se vieron por última vez en noviembre de 2022.
Durante los primeros seis meses de 2023, el par USD/JPY ganó un 9%, lo que es una muestra de la fortaleza del dólar y la debilidad del yen. Ahora que el yen se encuentra en mínimos históricos, las posibilidades de que el Banco de Japón intervenga en el mercado de divisas han aumentado enormemente.
Según el jefe de investigación de divisas de HSBC, el yen (JPY) está ahora en el reloj de la intervención. También añadieron que la atención se centrará ahora en el crecimiento salarial en Japón que se dará a conocer en los próximos días.
En septiembre de 2022, el Banco Central de Japón apoyó al yen, por primera vez desde 1998. Apenas un mes más tarde, el Banco de Japón volvió a intervenir cuando el yen cotizaba en mínimos de 32 años frente al dólar estadounidense.
Si nos fijamos en el euro, se ve lastrado por el temor a un crecimiento económico lento en todo el mundo. Después de todo, las noticias procedentes de China revelan que incluso la potencia económica está luchando por mantener un crecimiento económico viable.
Una encuesta reciente reveló que el crecimiento de la actividad fabril en China se ha ralentizado. Al mismo tiempo, los sentimientos y los indicadores económicos procedentes de China también revelan un crecimiento lento que está empujando al euro a la baja.