Operar con el yen en Forex
El 83% del mercado Forex se compone de sólo siete divisas, siendo el yen japonés una de las más importantes tanto en términos de comercio internacional como de operaciones Forex. Con uno de los mayores PIB de todos los países, Japón tiene una de las mayores economías del planeta y es también uno de los mayores exportadores en términos de dólares.
En el mercado de divisas, los bancos centrales respaldan a las principales monedas. El Banco de Japón es responsable de la gestión del yen japonés (BoJ). Al igual que la mayoría de los bancos centrales de las naciones industrializadas, el Banco de Japón debe comportarse de forma que promueva el crecimiento y reduzca la inflación.
Japón, la economía más antigua del mundo, tiene también una de las tasas de fertilidad más bajas. Ello refleja el envejecimiento de la población activa, con un número cada vez menor de jóvenes que estimulen la economía a través de los impuestos y el gasto. En consecuencia, Japón, que antes se oponía relativamente a la inmigración, ha empezado últimamente a abrir sus fronteras a los trabajadores extranjeros para paliar la escasez de mano de obra.
Japón se caracteriza por una mano de obra altamente cualificada y una economía desarrollada. Aunque algunos sectores, como la construcción naval, se han trasladado a naciones como Corea del Sur y China, Japón sigue siendo un importante productor de electrónica de consumo, automóviles y empresas técnicas. Japón tiene ahora una gran exposición económica al resto del mundo.
Para explicar los tipos de cambio se han propuesto varias ideas. Dado que la oferta y la demanda, que tiene en cuenta una serie de elementos psicológicos del mercado, determinan los tipos de cambio en el mercado real, estos modelos no funcionan muy bien en la práctica.
Tanto los tipos de cambio como la política del Banco de Japón se ven afectados por la balanza comercial japonesa. En el pasado, Japón ha tenido importantes superávits comerciales, pero también tiene una gran deuda pública y una población que envejece. Sin embargo, una parte considerable de esa deuda se mantiene en el país, y los inversores japoneses se contentan con tasas de rentabilidad modestas.
A pesar de sus elevadísimos niveles de deuda, a los operadores les gusta el saldo de la deuda de Japón, ya que se percibe como más manejable. En los últimos diez años han registrado déficits cada vez mayores, lo que no es habitual.